Página Principal Actualidad Servicio MIlitar

Servicio MIlitar

Por Zermeño



Servicio Militar

La semana pasada hablaba acerca de las reglas que las instituciones académicas imponen respecto al cabello; esta misma regla aparece en algo que personalmente considero obsoleto: el Servicio Militar obligatorio, tema del que quiero hablarles hoy.

El 3 de agosto de 1942, en pleno periodo de la II Guerra Mundial, en México se puso en vigor la Ley de Servicio Militar Obligatorio. Este es mandatorio para todo varón mexicano, ya sea por nacimiento o nacionalización. Consiste en prestar servicio “en el Ejército o en la Armada Nacionales como soldados, clases u oficiales, de acuerdo con capacidades, aptitudes y necesidades del servicio.”

Hasta ese entonces el ejército tenía reclutamiento voluntario, pero era insuficiente para librar una guerra a gran escala. En 2018, México se ubicaba en el rank 34 del Global Fire Power (GFP), índice que analiza el poderío militar mundial, y desde ese año a la fecha, ha tenido un aumento presupuestal del 271%, aunque la posibilidad de entrar a una guerra de escala global es casi nula. A pesar del incremento en el presupuesto, el participar en el servicio militar no prepara a nadie para participar en una guerra y para el Servicio Social implícito en estas actividades, se puede recurrir a otras instituciones más afines. Ante este panorama ¿Qué justifica el Servicio Militar obligatorio?

Nacionalismo sensiblero
El cumplimiento servicio militar constituye un timbre de honor para todos los mexicano aptos, quienes están obligados a salvaguardar la soberanía nacional, las instituciones, la Patria y sus intereses. Tratar de eludirlo por cualquier medio implica una falta de sentido de la responsabilidad que deben tener como mexicanos y un motivo de indignidad ante los más elementales deberes que tienen contraídos con la Nación.
Artículo 1 del Reglamento de la Ley del Servicio Militar.

De acuerdo al artículo que antecede este párrafo podríamos decir que el nacionalismo justifica el Servicio Militar obligatorio, pero ¿esto es suficiente? ¿Hay que “servir a la patria” y “regresarle al Estado…”? ¿Qué conforma el México Mágico al que debemos regresarle algo? ¿Por qué México es el país de las desapariciones donde están inmiscuidas las instituciones a las que hay que prestar servicio? ¿Los fines de semana de 12 meses “marchando” nos da mas valía como ciudadanos que tener decencia cívica 24/7 los 365 días del año? Antes de cerrar este párrafo conviene aclarar que el Estado administra, no siempre de la mejor manera*, los bienes de la nación, incluyendo los impuestos que todo ciudadano paga de uno u otro modo, así que no le debemos nada.

*Se pueden revisar las siguientes entradas para tener mayor referencia:
1) Méjico Máxico (MC 3.1) 
2) Méjico Máxico (MC 3.2)
3) Méjico Máxico (MC 3.3)

Descartando el nacionalismo, tenemos a aquellos justifican el Servicio Militar obligatorio apelando a “la autoridad”. porque en este país es más importante obedecer al sistema a que este nos de las herramientas necesarias para tener una mejor calidad de vida. Empezamos en casa, donde cuestionar a nuestros padres es la peor afrenta, aún teniendo puntos válidos para nuestras quejas. En la escuela es más relevante el uso del cabello como ellos lo mandan que entender los temas tratados. En el trabajo se nos tilda de problemáticos si exigimos nuestros derechos. La autoridad simplemente dice “Porque así lo digo yo y punto”; así es el sistema, así es la ley, así es el ejército, y nosotros como “buenos ciudadanos” solo nos toca acatar las reglas.



La cubeta de cangrejos
y la generación de cristal

Habiendo desechado el nacionalismo y el autoritarismo, escucharemos las voces que llaman “cristalitos” a aquellos que alzan la voz contra un sistema anticuado. La generación que sin chistar realizó su Servicio Militar obligatorio, no se cansará de decir que hicieron mejor las cosas que las generaciones actuales, pero se olvidarán que colapsaron el sistema financiero, encarecieron el mercado inmobiliario, permitieron a las empresas violentar las leyes laborales y un gran etcétera. Esa obediencia ciega (léase Fe) está mermando a los más jóvenes y estos se rebelan antes que ser borregos.

Las generaciones anteriores fueron víctimas voluntarias de un sistema que los exprimió y ahora, encuentra un placer perverso en conseguir más víctimas, en lugar de buscar que nadie más lo sea. Esto no beneficia en nada la sociedad y perpetua una práctica que ha perdido todo sentido.

Democracia en acción

Debemos recordar que para que una democracia funcione, es válido y “obligatorio” (entiéndase el sarcasmo) cuestionarse cosas. No aporta nada acatar el Servicio Militar obligatorio sólo porque “así ha sido siempre” y por ende debe estar bien. Hay más puntos sólidos para eliminar su obligatoriedad, que para continuar con él.

Yo fui el afortunado ganador de una “bola negra” y solo tuve que ir después de 1 año a recoger mi cartilla militar sellada, para después echarla con un pantalón a la lavadora y perderla, aunque nunca la he necesitado para ningún trámite. ¿ustedes realizaron su Servicio Militar? ¿Qué experiencias tienen respecto a este proceso? ¿consideran que debe seguir siendo obligatorio?

Aclaración: Las opiniones e información expuestas en este artículo no necesariamente reflejan o representan los puntos de vista o enfoques de La Biblioteca de Alexandría, así como su línea editorial, los escritos publicados en la sección de «Actualidad» son meramente informativos y bajo la visión de cada uno de nuestros escritores después de una necesaria investigación. No deben ser tomados en ningún momento como una verdad absoluta, un consejo o un curso de acción para ningún aspecto. El único propósito de estas publicaciones es la de informar.

Enlaces externos:
Vero Teigeiro (Publicación base para realizar esta entrada)
México en el Ranking de Fuerza Militar
Reglamento de la Ley del Servicio Militar



Otros artículos para ti

Debate con nosotros

* Al utilizar este formulario de comentarios, estás de acuerdo con el almacenamiento y uso de tu información por este sitio web.

La Biblioteca de Alexandría usa cookies para mejorar tu experiencia. Al navegar en nuestro sitio, estás de acuerdo con nuestras políticas de privacidad y uso de datos. Aceptar Leer más