Página Principal Reseñas “De menos a más” por Laura Huang (Parte 1: Aportando Valor)

“De menos a más” por Laura Huang (Parte 1: Aportando Valor)

Por Itzel Rosas

Inicié el libro de una hija de migrantes Taiwaneses a mediados del mes pasado mientras viajaba a casa. El libro se llama “De menos a más” por Laura Huang y se divide en 4 partes, y se dosifican como piezas de rompecabezas para formar un procedimiento finito que funge como guía para el descubrimiento del camino laboral y personal. Incursionando en el contenido, haciendo sentido del texto con el índice, me sentí parte de la búsqueda de las pirámides de Egipto cuando las pistas del camino se iluminan al brillo del sol, y entonces toda la trayectoria tiene su inicio y su fin, y ya no te sientes perdido; sabes a donde te llevan tus pies porque tus ojos tienen la dirección que la luz te otorgó. ¡Empecemos con esta primera reseña “De menos a más” por Laura Huang (Parte 1: Aportando Valor)!

La historia de Laura Huang autora del libro; “De menos a más”, empieza con su valiente madre que salió de su país con la cabeza llena de sueños al “país de las oportunidades”, y 20 dólares en la bolsa. Una mujer que consiguió su primer trabajo como vendedora de joyas, llegando a un volumen de venta que le permitía un alquiler gratis, ya que el dueño de la joyería, también tenía departamentos que rentaba en toda la ciudad y habían llegado al acuerdo de que si la joven taiwanesa llegaba a cierto volumen mensual, ella podía vivir en una modesta habitación del departamento más cercano sin pagar alquiler. La hija de los que alguna vez cruzaron el mar atlántico para empezar desde cero en un lugar sin lazos familiares, idioma, moneda, cultura o cualquier otra similitud, hoy es maestra en ingeniería eléctrica y doctora por la Universidad de California y actualmente imparte en la escuela de negocios de Harvard, además de ser escritora y Coach.

Este libro “De menos a más” por Laura Huang, no es una autobiografía ni de ella o la vida de sus padres, quienes levantaron un restaurante de la nada, sino que habla de ejemplos vivos donde se convierten las desventajas en puntos de ventaja, y sobre saber sacarle brillo a todo aquello que “nos limita”.

Así pues, la introducción del libro comienza con una historia de Elon Musk con dos profesores de la Universidad de Pennsylvania que lograron una entrevista segundos después de casi ser echados de la sala y como convirtieron esa incómoda situación en una entrevista exitosa con el famoso empresario.

Todo el contenido del libro “De menos a más” por Laura Huang, está lleno de ejemplos similares, de diferentes compañías y personas, que supieron capitalizar su margen de ventaja desde sus propias limitaciones. Si lo piensas bien, eso es algo que nos cuesta discernir y aceptar: que no podemos ser buenos en todo ni ser todo, todo el tiempo. Conocer las limitantes natas y las limitantes que no dependen al 100% de nosotros son fundamentales para encaminar nuestros esfuerzos y aprovechar nuestro tiempo para materializar nuestros sueños. A continuación, les presento algunos de los ejemplos que tocaron mi corazón:

1.- “Aportar valor es un hecho relacionado con aquellas pocas cosas que nos hacen singulares”.

La autora hace alusión a un viaje que realizó con su familia por carretera, del norte al sur de los Estados Unidos: los padres del esposo les habían recomendado pasar por Buc-cees con insistencia y emoción, a lo cual Laura Huang, la autora, se sorprendió al escuchar tanto ahínco por una gasolinera “de paso”. Al momento de llegar a la gasolinera, Laura entendió porque les habían recomendado no olvidar pasar por Buc-cees, ya que no solo ofrecía hielo gratis y baños limpios, sino también tiendas bien abastecidas con víveres, y recuerdos con la temática de Texas. Esa gasolinera, a diferencia de las demás, inició enfocándose en dos principios básicos: hielo gratis para todos sus clientes y baños relucientes. Pulieron las cosas que los hacían singulares y triunfaron por ello. Más adelante se expandieron en aras de la creatividad, agregando opciones variadas para todo tipo de clientes, pero nunca perdieron de vista los conceptos básicos que fueron la base de su ventaja.

“Para conocer nuestros valores básicos y saber utilizarlos de distintas formas, debemos ir a donde otros no van.” https://buc-ees.com/

2.- “El valor de las limitaciones”

Las limitaciones no tienen por qué ser restrictivas. Otra enseñanza que cambió mi vida fue un experimento que hizo Laura Huang profesora de la facultad de Negocios en Harvard, con sus alumnos de primer grado: los colocó en equipos y les otorgó $5 dólares para realizar una idea de negocio. Varios de esos equipos pusieron un lavado de autos dentro del campus, otros diagnosticaban el aire de las llantas en los parqueaderos de bicicletas, y si estaban bajas de aire, ofrecían el servicio por 1 dólar. Un tercer equipo  organizó una ruta de cena dosificada por mensajes de texto. La dinámica consistía en lo siguiente: con un total de 50 personas desconocidas, la actividad se dividía entre el aperitivo, el plato fuerte y el postre. A cada uno le llegaba un mensaje de texto con una ubicación diferente de la sede del evento, siempre buscando que se acompañaran con distintas personas de los 50 asistentes. Al final se les invitaba a un bar cerca del campus para que pudieran platicar y conocerse; fue una idea que se convirtió en un hábito mensual y que posteriormente inspiró un concepto de restaurante que sigue en marcha hasta la fecha. Al final la lección es: No necesitas 5 dólares. Aquellos que asumieron que no tenían capital inicial obtuvieron mejores resultados. No vieron los 5 dólares como un impedimento y más bien decidieron centrarse en la oportunidad y no en la limitación.
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Si dejamos que otros dicten nuestras limitaciones, entonces no podremos dictar cuales serán nuestras oportunidades, ni mucho menos aprovecharlas. Las limitaciones alteran los caminos que tomamos, incluso en los casos en que nos hacen sentir que no tenemos opciones.

3.- “Menos es más”

Siempre estamos en busca de la combinación perfecta entre lo más grande, lo mejor y lo más extremo. Somos una sociedad obsesionada con lo que más impacte. Nos desarrollamos en un mundo competitivo, desde la disciplina más “elemental” a la más sofisticada. No sólo existe información en todos lados, sino que todo el tiempo, nuevas carreras emergen, seguidas de actualizaciones en las mismas y conocimiento del cual aún no nos empapamos.

Nos forzamos a compararnos con personas que parecen más grandes y exitosas que la vida misma, como Larry y Sergey y su gran fama con Google, Steve Jobs y Steve Wozniak con Apple, Sir Richard Branson y su imponente imperio con Virgin, Jeff Bezos y el monstruoso Amazon, Jack Ma y el mítico Alibaba, etc. Pero lo que pasamos por alto o nos negamos a escuchar, es que todas esas personas que hoy tan solo escuchar sus nombres nos hacen memorar sus legados millonarios, mencionan sus principios básicos; productos a la vista sencillos que ellos organizaron para sus empresas en primera instancia. Estos íconos de la vida empresarial, entienden cuáles fueron los escasos conceptos básicos que les permitieron crecer, y somos nosotros quienes nos metemos en problemas porque tratamos de emularlos, pretendiendo lograr más. La mayoría de ellos a pesar de su aparatoso crecimiento, aun tienen éxito, porque se rigen bajo la noción de sobresalir en algunas áreas en lugar de lograr la mediocridad al intentar hacer de todo.

Los ejemplos anteriores solo se basaron en una o dos cosas; Virgin en ofertar vuelos con una experiencia de viaje distinta, entretenimiento con pantalla individual y asientos cómodos. Para Apple, fue combinar un teléfono con la magia de llevar música a donde quiera que fueras. Buc-ee’s con baños relucientes para cualquiera que visitara su gasolinera y, de paso, como es Texas y hace calor, ofrecer hielo gratis a los clientes que lo necesitaran. En conclusión, de las compañías mencionadas se puede aprender que el hecho de no distraernos con buscar las cosas más grandes, mejores y más extremas puede brindarnos una experiencia enriquecedora. La creación de una ventaja comienza con la identificación de bienes básicos, la definición de nuestro círculo de competencia y la capacidad de operación dentro de ése perímetro. Claro, con el tiempo, es posible trabajar en aras de expandir un círculo que abarque más servicios o productos tal como lo hizo Buc-ee’s, pero nunca hay que perder de vista los conceptos básicos que son la base de nuestra ventaja.

¿Estás listo para la segunda parte? ¿Qué ejemplo de los anteriores se identifica más contigo? ¿Estás listo para apalancarte de tus “limitaciones” y aportar valor en tu entorno? ¿Qué punto de los anteriores te llamó más la atención y porqué? ¡Comparte tus comentarios!

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