El Efecto Cenicienta

Por Zermeño



Érase una vez…

Si preguntara a los hipotéticos lectores si conocen Cenicienta, estoy casi seguro que recibiría un “SÍ” al unísono, por lo cual no contaré de manera muy extensa el relato. A cambio, tocaré algunos puntos en relación a este, que son importantes para hablar del Complejo Cenicienta.

Los detractores de Disney inmediatamente dirán que esta historia y sus demás películas son plagios de los Cuentos de los Hermanos Grimm o de Charles Perrault, sin embargo, al rascar en la Historia encontramos una versión china; que tiene mucho sentido si tomamos en cuenta la práctica de los pies vendados de dicho país.

Pies vendados o pies de loto

Pies vendados o pies de loto

 

Práctica china nacida durante la Dinastía Song y que perduró hasta inicios del Siglo XX. Esta práctica nació como una acción voluntaria, pero cambió cuando los avances médicos mostraron que era mejor iniciar el proceso durante la niñez, por lo que se empezó a realizar cuando las niñas cumplían 3 o 4 años. La práctica consistía en dar bebidas a las niñas que les ablandaran los huesos para posteriormente realizar la deformación en el pie. Los huesos de los dedos y el empeine se rompían y reacomodaban, vendando el pie con la mayor fuerza posible para impedir que el pie recupere su forma original. Después de la intervención, la niña era obligada a caminar para impedir que perdiera esta capacidad y los días posteriores se realizaban curaciones, acomodo del vendado para pulir la forma; buscando un tamaño de 7 centímetros que era la medida estándar de belleza para los pies de las mujeres, y en ocasiones se les arrancaban las uñas. Los pies de loto llegando a tener un valor sexual similar al de los genitales. La mujer no debía consentir que sus pies fueran tocados por alguien que no fuera su marido. Un pie pequeño daba cierta garante que la mujer pudiera ser elegida por un hombre de la nobleza, aunque posteriormente la práctica se limitó a las familias acaudaladas, pues una mujer con los pies vendados no podía ayudar en el campo y eso significaba manos menos en esta labor. Mao Tse-Tung puso fin a esta tradición.

También hallamos elementos similares en una de las historias contenidas en “Las mil y una noches”. Aún cuando es complicado rastrear el verdadero origen de este relato, sí nos es posible hablar de ciertos elementos del “clásico de Disney”, su modelo en varias de sus películas, adaptaciones en otros productos televisivos y su impacto en la sociedad moderna.

Grosso modo el cuento va así: Cenicienta es una doncella que al quedar huérfana termina bajo la tutela de su malvada madrastra, quien junto a las hermanastras, la delega al papel de sirvienta. Hay una fiesta en la que el príncipe debe encontrar una joven a la cual desposar, pero la madrastra impide que Cenicienta asista a la gala, destruyendo el vestido que algunos animalitos le habían diseñado. Un hada madrina se le aparece a nuestra protagonista, arreglando el vestido, dotándola de una carroza y un elemento clave para el desenlace idóneo: unas zapatillas de cristal, eso sí, el hechizo caducaba a media noche. Cenicienta llega a la fiesta y flecha al príncipe de inmediato, quien la invita a bailar, lo cual hacen hasta que el reloj empieza a sonar las 12 campanadas, momento en que ella sale corriendo del castillo, pues la magia estaba por terminar. En su huida, pierde una de las zapatillas, misma que el príncipe utiliza para localizarla después, para que pudieran vivir “FELICES POR SIEMPRE”.



Destripando la historia

Esta historia es muy similar al resto de las películas de princesas de Disney, cuentos que en resumen tratan de una chica que la pasa bastante mal y al final es rescatada por el príncipe azul. La misma línea se sigue en diferentes producciones cinematográficas, como “Mujer Bonita”, propuesta que igualmente nos encontramos en la pantalla chica con las Telenovelas de Televisa, destacando la Trilogía de “Las Marías” que incluso usó a la misma protagonista y nombre para sus producciones.

Este caso no es exclusivo de México, ya que Colombia cuenta con su propia instancia emblemática: “Betty la fea” que ha tenido diversas adaptaciones y es casi imposible sacarla del Top Ten de Netflix. Nos vamos a detener un poco en el caso de Betty, quién en teoría se muestra como un personaje que a lo largo de la serie encontró el empoderamiento, pero no podemos dejar de lado que su conversión se debe a un hombre, mismo que le hace mucho daño, pero al final se queda con él, regresando a la línea en que la mujer pobre se queda con el “príncipe” y por extensión con su modus vivendi.

Volviendo al Efecto Cenicienta, conviene tratar de observar los elementos por separado y buscar compararlos con la sociedad actual:

Cenicienta y el Príncipe en el baileCenicienta – Es un modelo a seguir, una chica que vive feliz por siempre a pesar de las vicisitudes que le tocó experimentar, aunque siempre necesitó de un hombre para mostrarse como un ser pleno, primero con su padre y después con el Príncipe. Es conveniente aclarar que Cenicienta no es su nombre real, sino un mote que le ponen sus hermanastras por tener siempre ceniza de carbón en la cara, así que puede tener cualquier nombre, representando de este modo a cualquier mujer en desgracia.

El Príncipe – El hombre que tiene para proveer y por ende puede escoger a la mujer con la que va a compartir su vida.

El baile – Es el escaparate perfecto donde el Príncipe puede ver a todas las chicas del reino y escoger la que más le guste, así como si quisiera comprar ganado. Como comercial, les recomiendo leer el libro “Escaparate” de Bill Thompson, que no tiene que ver con el tema tratado en este artículo, pero igual vale la pena leer.

La madrastra – Ella misma es “rescatada” después de caer en desgracia debidoLa madrastra y las hermanastras - Cenicienta a la viudez. Aunque solemos clasificarla como la villana de la historia, no podemos dejar de lado los sacrificios que realiza por sus hijas.

Las hermanastras – Definitivamente, son muestra de la competencia insana que se da entre mujeres por presentarse como la mejor opción para un hombre. Curiosamente, en atractivo físico son las menos agraciadas en todo el baile y a su vez, las más agresivas, perpetuando el estereotipo de que la belleza está relacionada con la personalidad. Retomando que la narración original no es de Disney es imprescindible mencionar que hay versiones en que las hermanastras cortan sus pies para que el calzado les quede, enraizando también la idea de que la mujer debe sacrificar su propio bienestar con tal de casarse con el mejor candidato.

Los animales de CenicientaLos animalitos –  Son los únicos amigos de Cenicienta, a los cuales cuida del gato de las hermanastras, mismo que tiene por nombre Lucifer.

El Hada Madrina – Si Lucifer está en la historia, no puede faltar la contraparte, un ser mágico que ayuda al desgraciado.

Cenicienta y la zapatilla de cristalLa zapatilla – Cenicienta puede ser la estrella, pero la zapatilla es el único elemento que no pierde su magia, pues al entrar en el pie correcto, el encantamiento vuelve, como si el calzado fuera el ingrediente primordial para solucionar todos los problemas. El Príncipe y Cenicienta bailaron en la fiesta y, de hecho fueron víctimas de Cupido, enamorándose a primera vista. pero él no pudo reconocerla hasta que el materialismo hizo su trabajo por medio de la zapatilla.

Es sumamente importante señalar 2 puntos que no mencioné al momento de resumir el relato: 1) no fue el Príncipe quién probó el zapato en Cenicienta; sino uno de sus sirvientes y, 2) la fiesta la organizó el rey para arreglar la boda de su hijo. Así pues, la boda es un mero convenio social y el Príncipe nunca toma la batuta de su destino, aún encontrando al “amor de su vida”.



La realidad supera la ficción

Dicen que “La práctica hace al maestro”, pero nunca mencionan que hasta los maestros se equivocan. Algunas de las ideas contenidas en el relato, son muy comunes desde generaciones atrás hasta la actualidad, ideas que alientan conductas insanas en la sociedad.

Es probable que cuando el lector leyó el anexo acerca de los pies de Loto, se le haya hecho algo exagerado, pero los estándares de belleza femenino siguen yendo contra el cuerpo natural, con cosas tan “simples” como exigirles estar siempre depiladas desde las axilas hasta tanto de cuerpo y rostro, o incluso esperar que sean delgadas a pesar de los embarazos. De acuerdo al desenlace del cuento, El Efecto Cenicienta ratifica la idea que la mujer siempre debe ser bella y joven para no dejar de gustarle a su hombre, de otro modo el Príncipe la hubiera reconocido sin necesidad de verla nuevamente ataviada de un lindo vestido.

Según la American Society for Aesthetic Plastic Surgery (ASAPS), en 2016 solo 1 de cada 10 operaciones estéticas se realizo a hombres, en España el porcentaje subía a un 12%, mientras que en Reino Unido la cifra no llegó al 8%. En Colombia, existe una Ley que prohíbe a los cirujanos plásticos practicar cirugías estéticas a menores de edad, pero en su momento la cifra de estas intervenciones llegó al 30% en mujeres adolescentes. Nuestro México mágico es el tercer país con más cirugías estéticas en el mundo.

El Efecto Cenicienta indica que el amor de la mujer debe ser servicial, mientras que el del hombre se expresa a través del nivel de provisiones que es capaz de brindar. Cenicienta, en su “bondad”, siempre se mostró servicial y esa característica le llevó a tener la bendición de un Hada Madrina, mientras que el Príncipe tenía el poder adquisitivo de montar una exhibición donde pudiera escoger a quien desposar, sin mayor mérito que ser el hijo del Rey. De igual modo, la madrastra ve en el festejo la oportunidad ideal para resolver la vida de una de sus hijas y por extensión de la otra y de ella misma. No sabemos cuánto tiempo estuvieron bailando Cenicienta y el Príncipe, pero es un hecho que no hablaron, que no compartieron ideales; todo el romance se basó en lo visual y aún así, vivieron “FELICES POR SIEMPRE”.

En el libro Complejo de Cenicienta, El miedo de las mujeres a la independencia” de Colette Dowling, se hace mención al Estudio Stanford de Niños Dotados. Dicho estudio se realizó en California a estudiantes de educación básica con Cociente Intelectual a 135, dando seguimiento hasta la edad adulta a los participantes con Cociente Intelectual superior a 170, encontrando que 2 de cada 3 mujeres con este índice se habían convertido en amas de casa o secretarias de baja categoría, es decir, terminaban al servicio de alguien que les brindara protección.

Parecen ser fácilmente influenciables y se adaptan a sus compañeros y les comprenden bien. Son los auxiliares más encantadores y menos agresivos que existen, y ellas mismas están interesadas en conservar ese papel; no insisten en sus propios derechos, sino todo lo contrario.
[…] Siempre se sienten deseosas de renunciar a sus propios logros sin que por ello crean que sacrifican algo, y se alegran de los éxitos de sus compañeros… Sienten una gran necesidad de apoyo cuando se comprometen en alguna actividad orientada hacia el exterior.

Helene Deutsch (primera investigadora que se especializó en la psicología de la mujer)



En esa misma línea y mostrando otra característica del Efecto Cenicienta, a lo largo de la Historia, las mujeres pasaron a jugar un papel secundario dentro de las familias y la sociedad. Es importante señalar que muchas de ellas trabajaron en la sombra y no fueron reconocidas por sus hallazgos, dejando el crédito a sus colegas hombres. Aunque hay ciertas ocasiones en que la historia se ha reivindicado con algunas de estas mujeres, es evidente que hay cientos más que no fueron documentadas, pero conviene mencionar algunos casos e invitar al lector a investigar más al respecto, tales como: Jocelyn Bell Burnell y sus compañeros Antony Hewish y Martin Ryle, mientras que Mina Fleming corrió mejor suerte al ser reconocida por ALGUNOS de sus descubrimientos. María Kirch, quién logró ser reconocida hasta la muerte de su esposo y aún así terminó siendo ayudante de un astrónomo con poca experiencia. Ada Lovelace y las mejoras que realizó a los ordenadores por los que Charles Babbage es recordado. Henrietta Swan Leavitt cobraba lo mismo que una criada y además sus descubrimientos fueron publicados a nombre del jefe del observatorio en que laboraba. Florence Bascom tenía que estudiar aislada para no perturbar a sus compañeros varones. Lisa Meitner trabajó junto a Max Planck y Otto Hahn pero ella no cobró ni un céntimo durante 6 años, y por si eso fuera poco, Hahn recibió un Nobel en solitario por una investigación que realizó de la mano de Lisa. Emmy Noether realizó trabajos en torno a las matemáticas de manera “gratuita” o con sueldos miserables. Agnes Meyer Driscoll y sus aportes en el descifrado de los mensajes japoneses fueron fundamentales para la victoria de los aliados, pero no como para aparecer en los libros de Historia. Barbara McClintock estudió en la Universidad de Missouri, donde fue ninguneada y relegada por esta institución y gran parte de la comunidad científica a pesar de los resultados en sus estudios de las secuencias del ADN. Chien-Chiing Wu sentó las bases que llevaron a Lee y Yang a ganar el Nobel, mismo por el que fue excluida aunque ella realizó el experimento y ellos solo participaron en lo teórico…

Retomando a Cenicienta, hay claros estereotipos de género, mismos que ratifican y hasta justifican que estas y otras mujeres hayan tenido tantas trabas para poder realizar sus trabajos y, peor aún, en ocasiones sean mencionadas solo como “la ayudante” o en el mejor de los casos como “la colega”. Cenicienta no tiene mayores virtudes que su belleza y nobleza, pues incluso se le retrata un tanto torpe.

Aunque Cenicienta tiene 19 años, en la mayoría de los cuentos de este tipo, los protagonistas hombres son mayores que ellas, perpetuando la cultura de la pedofilia. Claro que es posible argumentar que todos estos relatos se escribieron en otras épocas, y por ello se pueda justificar esta tendencia por los usos y costumbres, pero es un hecho que también se ha dado en las últimas décadas, de la cual presento ejemplos de la industria cinematográfica a continuación: 

Jerry Lee Lewis de 23 años se casó con su prima quién era 10 años menor. Elvis Presley, de 25 era 11 años mayor que su esposa, mientras que Steven Tyler de 27 años obtuvo la tutela de una chica de 16 a la cual embarazó y obligó a abortar. René Angélil de 38 se convirtió en manager de una chica de 12, con la cual oficializó su relación cuando ella cumplió 19 y Bill Wyman de 48 empezó la vida sexual de una joven de 14 años con la que se casó cuando ella alcanzó la mayoría de edad…

A este fenómeno se le conoce como “Grooming” y consiste en la manipulación que ejerce un adulto sobre un menor de edad para conseguir favores sexuales. los cuales pueden terminar en relaciones íntimas y explotación sexual, pero que también incluyen la elaboración de material pornográfico. El adulto usualmente es persuasivo y se gana poco a poco la confianza del menor aprovechando sus carencias, principalmente afectivas, lo que dificulta la detección oportuna y generando una prevalencia en solicitudes sexuales alarmante.

Aprende en casa

“Nos guste o no, la televisión educa” es el título de un artículo fechado en abril de 2009 que aparece en la Revista de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, un artículo de menos de 2 páginas pero que menciona el impacto de la Televisión como elemento formador, aunque hoy también debemos incluir a las redes sociales (digitales) en esta labor.

Si el primer párrafo hubiera mencionado los temas que hemos cubierto (pedofilia, grooming, culto a la belleza sobre otras cualidades, bullying, orfandad, patriarcado, roles de género, apropiación intelectual vs las mujeres…) que atañen al Efecto Cenicienta; que además inundan los “mass media” y producciones cercanas a los niños y jóvenes, cualquiera se hubiera imaginado títulos más cercanos al Juego del Calamar que a La Cenicienta, por lo que necesitamos ver todo tipo de producciones con otros ojos; requerimos analizar el impacto social que tienen y explicarlo a los menores, no olvidando que no se trata de simple entretenimiento, sino modelos de vida. No es mí intención invitar al lector a vetar las tecnologías audiovisuales de sus hogares, pues creo que tienen un gran potencial que no ha sido explotado, al contrario; busco que como usuarios logremos volvernos más analíticos y acompañemos a los niños y jóvenes a ser concienzudos en cuanto a lo que consumen, así como exigir a gobiernos y productores que las plataformas digitales también se usen en la formación lúdica.

Durante la pandemia y debido al programa Aprende en Casa (Un programa para que los alumnos de educación básica continúen aprendiendo en período de contingencia sanitaria.), en México creció el número de usuarios de estas plataformas, así como el tiempo en pantalla de los jóvenes y se redujo la edad de primer uso de dispositivos electrónicos, pero también sacó a relieve las deficiencias en el Sistema Educativo Mexicano, sistema que buscaba aprovechar la televisión para que los alumnos no perdieran sus clases durante la contingencia. Sin embargo, los contenidos no tuvieron el impacto previsto, algo que de algún modo era esperado, pero que en realidad es una manifestación del abandono existente en el sector desde hace años, siendo un claro ejemplo las telesecundarias que en lugar de haberse ido actualizando con las nuevas tecnologías, se volvieron obsoletas.

Si este concepto hubiera ido de la mano de los avances tecnológicos, México hubiera estado preparado para las clases a distancia, existiría la infraestructura para tener clases híbridas y alcanzar regiones en que los alumnos tienen que recorrer decenas de kilómetros a pie para llegar a sus centros escolares y de regreso. Los maestros tendrían habilidades digitales y no hubieran batallado con las apps que se usaron para conectarse con los alumnos. Desafortunadamente la TV y las redes sociales (digitales) son más afines al capitalismo que a la enseñanza, y los productos al alcance de nuestros hijos, aunados a la poca o incluso nula supervisión por parte de los padres, generan estereotipos y arquetipos que siguen a nuestros niños y adolescentes, haciendo muy difícil cambiar los paradigmas sociales que perduran en nuestra edad adulta y nos acompañan el resto de nuestros días.

Enlaces externos:
Chánzú: La tradición del pie de loto
Érase una vez muchas cenicientas
Pensar el cuerpo de las mujeres: cuerpo, belleza y feminidad. Una necesaria mirada feminista
La Ciencia Oculta
La importancia del impacto del estereotipo impuesto por la televisión mexicana en el autoestima de la mujer en México
Nos guste o no, la televisión educa
Online Grooming y Explotación Sexual de Menores a Través de Internet



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