Méjico Máxico (H 1)

¿QUÉ ES MÉXICO?

No es difícil responder que a nivel etimológico México significa “El ombligo de la luna” y que es una palabra de origen Náhuatl. Al hablar un poco más del significado de México, podemos decir que se debe a que los mexicas han sido el imperio más poderoso que ha habitado tierra aztecas. El nombre oficial de nuestro país es Estados Unidos Mexicanos, según nuestra constitución somos una república representativa, democrática, laica y federal, compuesta por 32 entidades, mismas que están divididas en municipios (alcaldías en el caso de la Ciudad de México), seccionados en colonias, pueblos, valles, barrios, ejidos, etcétera. De acuerdo al INEGI, somos más de 128 millones de habitantes a lo largo de aproximadamente 1,964,375 km², se hablan 364 variantes lingüísticas comprendidas en 11 familias, provenientes de 68 agrupaciones, aunque el español es la lengua oficial y el gentilicio que se usa para definirnos es mexicanos. Hasta aquí, manejamos datos del dominio popular o que pueden cotejarse de manera rápida en internet, pero ¿a esta pobre descripción se limita México? Con este trabajo, pretendo profundizar en la respuesta, aunque en esta primera parte, es probable que termine generando mas preguntas que respuestas, ergo, busco ir aclarando la información previamente vertida, datos que; los recordemos o no, nos enseñan desde educación básica. Mi objetivo con esta empresa es conocer un poco más de nuestro origen, a posteriori entender el presente y finalmente hacer una invitación al lector de forjar un mejor futuro, no como mexicanos, sino como ciudadanos del mundo.

Etimología y gentilicio

Según la tradición, el nombre de México deriva de los vocablos náhuatl: meztli-luna, xictli-ombligo o centro y co-lugar; que puede interpretarse como “lugar en el ombligo” o “centro de la luna”, otra versión es que proviene de Mexictli, que se compone de las raíces metlmaguey, xictliombligo y el locativo co; su traducción sería “en el ombligo del maguey”. La primera versión se debe a que el contorno de los lagos que ocupaban la cuenca de México, era similar al perfil que forman las manchas lunares vistas desde la tierra, silueta que se a relacionado con el conejo que se suele reflejar en la luna, en cuanto a la segunda traducción, se dice que  Mexictli era el mismo Huitzilopochtli, la deidad que condujo a los mexicas a la Tierra Prometida.

Solemos usar los gentilicios aztecas y mexicas como si se tratara de sinónimos, empero, los aztecas fueron los habitantes de Aztlán; cuya ubicación nos es desconocida (si es que existió en realidad), mientras que los mexicas son un grupo que hicieron caso al llamado de Huitzilopochtli para embarcarse en la búsqueda de una nueva tierra, bajo la promesa de volverse ricos y poderosos. Se requirieron alrededor de 200 años para poder encontrar el símbolo que indicaba el lugar donde debían asentarse, la señal era un águila postrada sobre un nopal, el resto de signos que solemos reconocer en nuestros emblemas patrios merecen un análisis que también será parte de esta serie. Usualmente nos referirnos de manera equívoca al imperio azteca, pero lo correcto es hablar del imperio mexica, pues esta fue la tribu que fundó Tenochtitlán ampliando su dominio más allá del lugar en que se asentaron de manera original.

NUESTRO TERRITORIO A TRAVES DEL TIEMPO

Como ya se mencionó, México se compone de 32 entidades (fracciones político-administrativas, que no necesariamente reflejan una identidad local y mucho menos raíces únicas), pero esto no siempre fue de esta manera. La mayoría tenemos la imagen de un México que llegaba hasta la alta California, pero es prudente detenernos un poco en esta parte y tratar de aclarar algunos puntos importantes.
Podríamos decir que esta carta geográfica muestra el México antiguo antes de la venta de la mitad de nuestro territorio por parte de Santa Anna a los norteamericanos, pero al decir esto dejamos de lado las circunstancias que dieron aval a la “compra-venta” de estas regiones (después tocaremos el tema, pero de momento recomiendo leer El seductor de la patria de Enrique Serna), también omitimos los territorios del sur que se independizaron y aquellos que después de ciertos sucesos terminaron anexándose de nuevo, de igual modo, pasamos por alto que dicho mapa es del imperio mexicano, nacido después de la Independencia de la corona española.

Imperio mexica

Al mostrar la anterior representación cartográfica, decir que es México y hablar de raíces, cometemos un oxímoron omitiendo por completo la historia precolombina que da nombre a nuestra patria, olvidando que el imperio mexica abarcaba solo parte de lo que hoy son las zonas centro y sur del país, teniendo territorios ocupados por señoríos independientes entre los que destaca Tlaxcala; que la historia oficial ha tratado de manera errónea, pero también estaba Metztitlán; en el actual Hidalgo, Cholula; que no pudo ser conquistada sino hasta la invasión española, Teotitlán; pueblo que en cierto momento fue aliado de la Triple Alianza, y Yopitzinco; aunque Ahuízotl logró subyugar parte de su territorio. Cabe destacar que el imperio mexica tenia frontera en la parte norte con el imperio Tarasco que para muchos historiadores es el único enemigo imbatible de los mexicas y no sobra señalar que en el sureste mexicano solo contaban con una provincia que les rendía tributo; Soconusco, ubicada en la actual zona costera chiapaneca. Podría seguir yendo hacia atrás en el tiempo, pero por el momento solo pido al lector que contemple que los mexicas no llegaron a un lugar deshabitado para después ser invadidos por los españoles, sino a un sitio ocupado y fue mediante alianzas, guerras y convenios matrimoniales que lograron fundar su imperio.

Nueva España

La conquista española trajo consigo una extensión del territorio del Reino de México [de la Nueva España] y una nueva lengua en dicho territorio y demás reinos que lograron conquistar. Puntualizando, México debe su nombre a un imperio que junto a sus aliados, dominaron aproximadamente 1/3 parte de lo que corresponde actualmente al suelo nacional, mientras el idioma oficial se debe al imperio español que los derrocó aliándose con sus enemigos, a los que posteriormente también dominó.

No hay que perder de vista que el español mexicano se encuentra influenciado por indigenismos, pero también por galicismos, anglicismos y otros tantos extranjerismos que hacen el español mexicano un idioma complejo, al grado que en ocasiones hay confusión al comunicarse 2 personas de distinta región. Ya vimos que México es un vocablo Náhuatl, pero es interesante saber que esta lengua pertenece a la familia Yuto-nahua, la familia lingüística con mayor presencia en América, siendo usada desde Estados Unidos, hasta El Salvador en Sudamérica.

Imagen tomada de la Secretaria de Cultura

GOBIERNOS

Toca hacer mención de los gobiernos que han tenido las regiones de las que hemos estado hablando: como república federal, 65 personas han ostentado el título de presidente, algunos más de una vez. Previamente hubo un triunvirato que requirió suplentes porque los titulares no se encontraban en la capital (dando un total de 6 gobernantes). Antes de esto, Maximiliano I y Agustín I fungieron como emperador del imperio mexicano, aunque este último ya había encabezado las 2 regencias que antecedieron su imperio. Durante la época de la Nueva España, el gobierno fue encabezado por virreyes, aunque en un inicio hubo Tlatoanis (que era la máxima autoridad durante el gobierno de la Triple alianza) bajo el gobierno español. Nuevamente, el intentar ir hacia el pasado dificulta el análisis, pues cada pueblo que conformó la triple alianza tenía su propio tipo de gobierno y en el caso particular de los mexicas, debemos tratar aparte el tiempo que estuvieron en el Valle de México; sin asentarse, del periodo que duró su viaje después de su salida de Aztlán. Como nota al margen, pareciera que nunca hemos sido gobernados como nación por una mujer, pero, el equipo ya esta cocinando un artículo sobre Atotoztli, una nota que no te puedes perder.

Actualmente, la capital mexicana es la Ciudad de México, vecina del Estado de México, mientras que en la época de la Triple Alianza, el gobierno residía en el mismo asentamiento, pero en distinto edificio. En ese entonces, ambas entidades estaban compuestas por diversas provincias tributarias y el lago de Texcoco estaba en las inmediaciones del lago de Texcoco, mientras que hoy se encuentra a 15 km, pues no solo hemos cambiado nuestra idiosincrasia y sistema de gobierno, sino también nuestra geografía. Es importante señalar que Querétaro ha sido la capital del país 2 ocasiones, la primera durante la invasión estadounidense (1847) y la segunda en el marco de la Revolución Mexicana (1916), también es de suma importancia mencionar que en dicho territorio se asentaron los Tarascos (Imperio purépecha).

MEXICANEIDAD

Ya aclaramos la diferencia entre aztecas y mexicas, sin embargo, ¿Qué nos hace ser mexicanos? Por ley, es mexicano todo el que haya nacido en territorio nacional, aquel que haya nacido en el extranjero pero al menos uno de sus padres sea mexicano (por nacimiento o naturalización), los que nazcan a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas, los nacidos en el extranjero que obtengan de la Secretaría de Relaciones Exteriores una carta de naturalización mediante ciertos procedimientos. Ante este hecho, los ciudadanos pertenecientes a un pueblo autóctono entran en una disyuntiva, el decir que son mexicanos ¿les arrebata sus raíces mayas, zapotecas, mixtecas, otomíes, tlaxcaltecas, mixes… y los vuelve conciudadanos a los nahuas? ¿cumplir alguna de estas características nos vuelve descendientes de la raza de bronce, convirtiéndonos en aztecas? ¿hablar español y relegar las lenguas prehispánicas nos acerca más a nuestros antepasados españoles que a nuestro origen indígena, convirtiéndonos en malinchistas? Al escribir estas líneas, no puedo evitar pensar en Chavela Vargas y su icónica frase, que de algún modo da respuesta a la mexicanidad, un pueblo multicultural, emergido de diversas semillas plantadas en una sola tierra, pero con una polinización que ha alcanzado terrenos más allá de nuestras fronteras.

RECAPITULACIÓN

Como bien pudimos observar existen vaguedades en la manera que percibimos México, desde el modo en que percibimos su significado, hasta la imagen que guardamos de su territorio a través de la historia que nos han contado. Es obvio que España fue un verdugo de los pueblos que encontró en su llegada a las Américas, pero es interesante saber que antes de su llegada ya había imperios igual de sangrientos a lo largo y ancho del continente, no solo en la región que compete al actual México.

El imperio ha sido la forma más común de organización política en el mundo a lo largo de los últimos 2,500 años.

“De animales a Dioses” (Yuval Noah Harari)

Podemos repudiar el linaje español (país que ha sufrido también cambios en sus fronteras y que igual ha sido víctima del imperialismo), tratando de reconstruir las “culturas autenticas” que antecedieron su llegada, pero evidentemente solo estaríamos defendiendo imperios más antiguos y, no necesariamente menos brutales. Incluso al defender nuestras “raíces Aztecas”, dejamos de lado el resto de culturas que han habitado la tierra que hoy se erige como una nación y sobre todo, no nos damos cuenta que Aztlán, probablemente no se encontraba en lo que hoy comprende el territorio nacional.

Ejercicio Mental

Antes de cerrar esta primera entrega conviene invitar al lector tratar de recrear en su imaginación el siguiente relato:

Eres un adolescente, que desde que nació, te ha tocado viajar junto a diversas personas de todas las edades, has recorrido valles, bosques, llanuras, desiertos y varios caminos inhóspitos más, todo en pos de un ideal (real o imaginario) transmitido desde generaciones que no conociste. En tu camino algunos han desertado, otros se han unido a la brigada; unos más mueren mientras algunos más nacen. Tú y los viajeros comparten conocimientos, experiencias, creencias, símbolos, alimentos, pero también desavenencias rumbo a ese destino desconocido. Después de un ir y venir, pasando varios años, llegas al más hermoso valle que jamás hayas visto, pero no es la belleza del lugar; que obviamente atrae al grupo, lo que les hace decidir quedarse ahí, sino un suceso en particular. Desde que recuerdas el viaje, escuchaste que buscaban un águila posada sobre un nopal, los hombres mayores de la tribu solían decir que su Dios les daría esta escena por señal para fundar la Gran Ciudad. Han pasado alrededor de 200 años de peregrinar y ni siquiera sabes dónde inició el viaje. Es evidente que nadie de los que inicio la ruta, pudo presenciar la llegada a la Tierra Prometida, por lo que debes considerarte afortunado al ser parte de la Historia del nacimiento de toda una nación. Desafortunadamente, el lugar no esta deshabitado, por lo que, junto a otros miembros del clan te vuelves Guerrero para defender ese lugar que les fue prometido a tus antepasados, después varios años de pelear, negociar, crear vínculos maritales con otros clanes te logras asentar, formar una familia y tener descendencia.

A lo largo del tiempo que duró la peregrinación, tus abuelos se unieron al grupo, ambos pertenecían a diferentes etnias. Tu nueva familia ya no tiene la necesidad de migrar, pero tu esposa tampoco era parte del grupo con el que llegaste.

Finalmente y con base a este relato ficticio trata de responder las siguientes preguntas: ¿Cuál es tu origen?, ¿podrías decir que eres del mismo pueblo que la gente que partió de Aztlán?, ¿Cuáles son las raíces de tus hijos?, ¿con que patria te identificas, la de tus padres o lo que acabas de formar?, ¿Qué tradiciones debes practicar?

Enlaces externos:
Acervo de lenguas indígenas nacionales
El laberinto de la Soledad
Historia de México 1 - Portal académico CCH
La flora del escudo nacional mexicano
Nueva Historia Mínima de México
Significado de México

 

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